Desempolvando el Pasado Ep. 01: Indispensables para... Mudarse
Te presento una nueva serie de Crear Tranquila
Hace mucho tiempo, tuve otro blog.
Era una yo muy diferente a la que les escribe hoy, vivía en otras latitudes y tenía otros problemas. Era también un poco inmadura para alguien que se despedía de sus 20. Ese espacio duró 4 años, con 135 posts, de los cuales, el 60% me atrevo a decir que son total basura. Pero ese 40% igual tienen trocitos de oro.
Hoy inauguro una nueva serie, donde exploro algunos de esos posts y los actualizo con mi mirada actual, de alguien adentrado en años, con problemas diferentes, pero con un poquitito más de sabiduría.
Espero que les guste; será un experimento interesante.
Episodio N° 01: Indispensables para... Mudarse
Mi primera mudanza de adulta (no cuento emigrar como mudanza, porque igual uno llega con el corazón esperanzado y dos maletas con lo mínimo) ocurrió en noviembre de 2018.
Cuando escribí esas líneas (en marzo de 2019), no sabía aún que volvería a mudarme siete meses después (en un día complicado para la historia chilena), y que pasaría los primeros meses en un nuevo depa, prácticamente encerrada gracias al día en cuestión y a la pandemia del COVID-19. Tampoco sabía que, mientras escribo estas líneas en 2023, estaría ad portas de mudarme de nuevo.
Por eso, encuentro super relevante revisar estos consejos que ofrecía cuando vivía en un mundo distinto (más predecible y plano) al que enfrento hoy. Veamos si tiene algo útil que contarme:
Mudarse es complicado
Sí, todavía pienso eso, aunque lo dije en palabras menos elegantes.
Se vuelve más complejo conforme acumulas más cosas. A ese depa del 2018, llegamos con maletas, un assortment básico de bolsas reutilizables y el juego de ollas que compré en Falabella. Nos fuimos de allí en un camión chico con las camas + nevera + lavadora + un par de mesas, las mismas maletas llenas, y varios viajes previos donde llevaba un bolso y el carro de mercado lleno de cosas.
Nos iremos en estos días en un camión enorme, con el triple de muebles y muchisisisisimas más cosas. Y una gata.
…luchar contra la flojera de guardar tus corotos; primero con la buena intención de empacar todo como debe ser, y a última hora, hartarse de todo y guardar ropa sucia con las revistas del baño y las ollas en un solo sitio. Provoca aplicar Konmari al extremo y salir solo con la ropa interior favorita y la taza del café.
Crear Tranquila también estanea a Marie Kondo, y retomará sus enseñanzas para aligerar la carga así sea en 10 gramos.
Paciencia y Flexibilidad
…está la negociación mental de despedirte de las ventajas que podía tener el antiguo espacio
Aún lucho un poco con esto. Estar en la zona de confort es una batalla permanente por no dejar que sus cantos de sirena te mantengan aferrada a algo que ya no te sirve. Este es un tema que he explorado hasta el cansancio este año, así que no insistiré en ello.
Creo que es cuestión de cambiar de óptica: cambiar unas ventajas por otras, en vez de usar un fraseo que subraye la pérdida. Cuando escribía esas líneas, todavía me era fácil aferrarme a todo. Pasaron años, lágrimas y vacunas antes de comenzar a integrar la idea de que podría ser un poco más despegada y vivir con un poco más de libertad.
Quien sabe, absorber esta mentalidad (así sea un poquito) quizás me permita que ese cambio de ventajas sea aún más asombroso que lo que jamás pude haber imaginado.
La Mudanza No Termina Después de la Última Caja
Mientras escribo, vamos por el tercer mes en la nueva dirección. Y debo confesar que aún no siento que todo está en su lugar perfecto. De hecho, hay cosas que estoy SEGURA que se empacaron en la otra casa, pero no recuerdo dónde están. Hay cosas que no he sacado aún porque no tengo dónde ponerlas yet.
Y eso está bien. Nadie me va a regañar por eso.
Esto es algo que va más allá de diseñar el espacio perfecto en la app de IKEA.
Ubicar todo para que quede de forma cómoda en el nuevo hogar, respetando las reglas del Feng Shui, es indispensable. También lo es el aceptar que toma tiempo acostumbrarse a un nuevo espacio. Pasito a pasito, el cuero del zapato se va amoldando al pie que tenemos.
¿Que nos saldrán ampollas en el proceso? Sí.
Pero hacer que algo sea tuyo (así no sea tuyo de tu propiedad) es un proceso enriquecedor que nunca se detiene.
¿Cómo te adaptas a los cambios de temporada en el nuevo hogar?
¿Cómo decorar la navidad?
¿Cómo florecen los roommates, las plantas, las mascotas, etc, en este sitio nuevo?
¿Cómo floreces tú?
Pronto tendré las respuestas a estas preguntas, y les iré contando cómo me va desde mi nuevo despacho.
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Me encanta como dialogan tus dos yos... Tengo 22 mudanzas en mi haber, y estoy a punto de hacer la 23, cada vez con menos pertenencias. También he seguido a Marie Kondo y me pasa cada vez eso de empezar con hiperclasificación y acabar mezclando todo. Hice una serie completa "ensayos minimalistas" sobre el tema https://andreasecchi.substack.com/p/5647377_ensayos-minimalistas-01