El Trascámaras Mental de mi Escritura 👀
Cuando se trata de escribir, no me gusta planificarme demasiado
Me da risa cuando la gente dice que se me da fácil escribir. Esto lo escucho en mi trabajo, entre fans de mis proyectos e, incluso como respuesta a un consejo bienintencionado que he compartido con otrx en ciertos momentos.
Porque yo no lo siento así, en lo absoluto. No tanto por el cliché de que la escritora bien hecha es un arte donde cada palabra es elegida con pinzas quirúrgicas para que impacte o persuada o seduzca. Hay áreas de la escritura donde eso aplica; acá me refiero específicamente a la que me da de comer.
¿Pero, en mis cosas personales? ¿Mi diario, mis escritos, este espacio?
Estos son los espacios en los que descanso de la planificación, de los keywords, del SEO, de los trucos gastados (aunque se disfracen de innovadores) para superar mis KPI pasados a la fuerza. Estoy libre de llevar un calendario de contenidos (más allá de un manojo de secciones en las que entro y salgo a mi antojo, y de alguna fecha hito que deba considerar, si acaso). Lo he intentado para este blog y el cuerpo me dice que no.
Nada que ver. Este es mi oasis y se respeta.
El 99% de las veces, nunca sé qué voy a escribir hasta que me enfrento a la hoja en blanco.
Desmitificando la Iluminación Escritora
Miren, no es que el Ángel Gabriel entra por mi ventana con un reflector de escenario y la idea perfecta para el post de esta semana. No confundamos un personaje bíblico con el sol abrasador del verano.
Es que no le tengo miedo a la hoja en blanco. Lo peor que puede hacerme es causarme una cortadita bien molesta, si es física. Aún así, siempre sé que puedo ganarle y entregar una creación nacida de mis palabras con la que me siento conforme.
Hace poco más de dos años, hablé acá sobre la creatividad en general, y los lugares donde se esconde. Estos, y otras herramientas que he acumulado desde entonces me sostienen en la consistencia y en la perseverancia.
La creatividad está allá afuera
En estos días, una amiga querida preguntó en Twitter sobre los lugares o circunstancias en los que pueden venir las mejores ideas. Y, en el año 22 del siglo XXI (o 21 del mismo período, idk, calcúlelo como ud desee), esta consulta me hizo reflexionar sobre el viaje que he emprendido en los últimos meses con respecto a la creatividad.
Si tuviera una fórmula secreta que me permitiera escribir todas las semanas (aunque no siempre el día que prometí que lo haría 🙈), sería esta: andar por la vida con los sentidos abiertos. Buscar que te pasen cosas contables, no por flashear en redes sociales y ganar engagement efímero, sino porque ese es el abono de tu vida. No hay que gastar plata por ello, y no siempre tienes que ir a lugares exóticos para tener algo que contar. Es cuestión de vivir atento.
La introspección y el descanso ayudan cuando uno está sobresaturado de estímulos y quiere crear un vacío que atraiga ideas, pero el falso ascetismo de dejarse pudrir en la cama o sofá viendo TikTok te sabotea.
Visibilizar los Esfuerzos (aún los Inconclusos)
Tengo rato sin escribir historias cortas porque 2024 no fue un terreno fértil para crear tranquilamente en esa área. Uno de mis propósitos de 2025 es el de completar un relato por Q, suficiente para reactivar el músculo dormido y cumplirle a mis fans.
A veces, cuando me sentía estancada, pensaba que no tenía ideas atractivas o con potencial para convertirse en un buen cuento.
Para combatir esto, decidí hacer una lista a mano de todos mis WIPs (works-in-progress o borradores) en Scrivener. Así podría elegir mejor cuáles tienen más potencial para cumplir con mi propósito del año y cuáles desechar.
Luego de borrar ideas viejas, me quedé patas arriba: tengo 28 WIPs listos para desarrollar, más de 20.000 palabras (entre todos) esperando el momento perfecto para germinar y convertirse en un relato bonito.
Si sumo esto a las 83 entradas que he escrito acá, y a las cientos de páginas que llevo en mis diarios, la conclusión a la que llego es clara: puede que no me planifique cuando creo, puede que mis ideas sean inestables, pero mi mata de la escritura está fuerte y siempre echa hijos en tierra fértil.
Quizás esta tierra no gane el Nobel de Literatura (o sí, los tiempos cambian), pero esta disciplina de mostrarme frente al papel con lo que tengo, sin trucos místicos ni excusas, es la que la mantiene abundante y contenta.
Mi escritura es una cornucopia de ideas hechas palabra que me honra compartir con todxs ustedes :)
Encuéntrame en:
Instagram y Threads: @creartranquila
Twitter: @creartranquila
Pinterest: @creartranquila
¿Me compras un café aquí?
Si te gustó este post, te invito a compartirlo con tus amigos y enemigos.